Los científicos usan cámaras de alta velocidad para demostrar que los felinos son mejores a la hora de beber.
La investigación muestra que los gatos son más eficientes que los perros al beber.
- Los animales usan su lengua como un látigo para lamer el agua.
Todos los seres humanos sabemos que beber simplemente es levantar un vaso, lo sostenemos en la boca y, con la ayuda de la gravedad, vertemos el agua adentro.
Sin embargo, nuestros amigos los animales no son capaces de hacer eso, ni son capaces de succionar, y hasta hace muy poco los científicos no estaban seguros de cómo los perros y los gatos beben.
Se pensó inicialmente que los perros doblan sus lenguas al revés, como una cuchara invertida, pero cuando los científicos analizaron más de cerca los vídeos a cámara lenta, encontraron la primicia, ya que la mayoría del agua no llega directamente a la boca del perro y en su mayoría se desliza de nuevo en el bol.
Los perros utilizan la lengua como un látigo pegajoso para que la corriente de agua se conecte a la lengua y siga hacia arriba,
Antes se pensaba que los perros utilizan la lengua como un cucharón
Cuando los científicos analizaron más de cerca encontraron que la primicia era más que una ilusión
El perro cierro su boca antes de que el agua pueda caer
Los investigadores han encontrado que en vez de una cuchara, la lengua actúa como un látigo pegajoso para que una corriente de agua se conecte y siga la lengua hacia arriba.
Cuando por efecto de la gravedad, el agua tiende a caer, el perro cierra la boca.
En cuanto a los gatos, sus lenguas funcionan de la misma manera, pero mucho más delicadamente, lamiendo leche o agua en torno a cuatro veces por segundo – demasiado rápido para ver, incluso con una cámara de alta velocidad.
Ahora que los científicos han sido capaces de medir con exactitud la forma en que los animales beban han descubierto que los gatos pueden tomar más líquido con menos derrames que los perros, en la misma cantidad de tiempo – son mucho más eficientes en la toma de líquidos que los perros.
La investigación llevada a cabo por el Instituto de Tecnología de Massachusetts, Virginia Tech y la Universidad de Princeton en los Estados Unidos estudió los datos de observación recogidos en vídeos digitales de alta velocidad de gatos domésticos y los ralentizó para establecer la velocidad de los movimientos de la lengua y de la frecuencia de chapoteo.
También crearon una versión robótica de la lengua de un gato que podía moverse hacia arriba y hacia abajo sobre un plato con agua, lo que permite a los investigadores a explorar diferentes aspectos de su funcionamiento e identificar el mecanismo que hay tras ella.
«La cantidad de líquido que el gato puede capturar cada vez que cierra la boca depende del tamaño y la velocidad de la lengua», dijo Jeffrey Aristoff de Princeton.
‘Nuestra investigación – las mediciones experimentales y las predicciones teóricas – sugieren que el gato elige la velocidad con el fin de maximizar la cantidad de líquido ingerido por vuelta.
«Esto sugiere que los gatos son más inteligentes de lo que muchos piensan, al menos en lo que respecta a la hidrodinámica.
El trabajo comenzó hace tres años y medio cuando Roman Stocker del MIT, que estudia la mecánica de fluidos de los movimientos de los microbios del océano, estaba observando a su gato, Cutta Cutta, beber leche.
«La ciencia nos permite mirar a los procesos naturales con una mirada diferente y entender cómo funcionan las cosas.
Fuente: http://www.dailymail.co.uk