Entornos hostiles



Es frecuente encontrarnos perros que varían notablemente su comportamiento en diferentes entornos. Para algunos binomios perro-propietario puede ser más llevadero: un perro que vive en el campo y que teme la ciudad, ir a la consulta del veterinario no será algo por lo que tenga que pasar diariamente.

En cambio, hay perros que, debido a una socialización deficiente o a malas experiencias, pueden TEMER cosas como los elementos arquitectónicos en las calles, los coches, la gente, la lluvia, perros, ruidos, niños, etc.

Vemos que en casa o en mitad del campo están tranquilos pero que al salir a la calle y tenerse que enfrentar a sus MIEDOS, entran en pánico, no obedecen, resultan reactivos, intentan escapar, ir deprisa tirando de la correa o se vienen abajo. Si esto ocurre continuamente en cada salida, permanecerán en un estado constante de miedo incapaces de gestionarlo, lo que disminuirá su calidad de vida.

En perros adoptados, pueden aparecer estos miedos las primeras semanas y que sean pasajeros (son una novedad, demasiados cambios, neofobia), pero también puedo ocurrir que estos miedos continúen (miedo a lo desconocido, mala socialización, malos condicionamientos). En ambos casos hay que tener mucho cuidado para no reforzar ninguno de esos miedos, pero en el segundo caso habrá que hacer un esfuerzo extra, que pasa por:

  • Minimizar la exposición a los miedos dentro de lo posible para trabajarlos gradualmente (reducir el tiempo de paseo por ciudad si es necesario).
  • No reforzar esos miedos (cuidados con premios, caricias y hablarles estando en un estado de ansiedad provocado por el miedo).
  • Reconducir al perro hacia otros estados en caso de bloqueo.
  • Sacar al perro de las situaciones de pánico.
  • Ofrecerles salidas o alternativas, evitar que el perro se sienta acorralado.
  • Jamás obligar al perro a permanecer ante lo que le da miedo (inundación).
  • Introducir poco a poco lo que provoque miedo (trabajar distancias, intensidad y tiempo de exposición).

Si una ciudad así puede generar ansiedad en nosotros, entendamos que una ciudad normal también lo pueda generar en un perro que no está acostumbrado.

Habrá cosas que sean excesivamente complicadas de minimizar, por ejemplo la ciudad o las personas, pero deberemos hacer un esfuerzo bajando el tiempo de permanencia en la calle o paseando en horas que haya menos movimiento y si es posible, montar al perro en el coche e irnos al campo para que salga allí, en lugar de la ciudad, para después, poco a poco, ofrecerle progresivamente zonas urbanas con algo más de ruido, algo más de tráfico y un poco transitadas.

7 comentarios en “Entornos hostiles”

  1. Mi perrilla, creo que tiene miedo, ya que lo que suele hacer es ladrar a las estatuas o cosas que no se mueven… Por ejemplo, un señor quieto. un carro de la compra que no se mueva, etc…

    1. A veces pasa porque incluso les resulta raro encontrarse eso ahí. En estos casos, conviene que nosotros nos acerquemos a lo que está parado y lo toquemos, de manera que el perro vea que no es una amenaza. Es posible que termine acercándose a curiosear, lo huela y le pierda el miedo. Alguna vez me ha pasado con un carro de jardinero o alguna bolsa de plástico negra por la noche y así lo hemos resuelto.

    2. Eso sí, jamás tirar del perro hacia lo que le provoca miedo. Yo utilizo una correa de 3 o 5 metros y suele ser una distancia en la que el perro no se siente molesto o si puede ir suelto, mejor.

  2. Hola, yo tengo dos galgos adoptados, uno de ellos le tiene miedo a todo lo desconocido que nos vamos encontrando en la calle, les ladra, pero como bien explicas, si nos acercamos poco a poco y ve que es inofensivo se relaja y sigue tan tranquilo con el paseo. El otro es diferente, es muy alegre y vivo, pero le tiene miedo a los perros, sobre todo a los grandes, hemos sufrido un ataque de un sharpei mientras paseabamos y él nos ha protegido, pero sufrió algún mordisco, el otro perro iba suelto y vino directo a nosotros, desde entonces no soporta a los perros, cuando ya los ve de lejos se para en seco y tiembla, pero si el otro perro se acerca se lanza a por él, decir que los llevo siempre atados, he puesto en practica dejar espacio entre él y el otro perro, premiar cuando el otro está lejos que él este tranquilo y que me haga más caso a mi que al otro perro, el problema es que hago cuando el otro dueño pasa y se acerca a mi aunque yo le diga que a mi perro le da miedo o el suyo o se acerca uno que va suelto?. Graciassss y perdón por la extensión del mensaje

  3. Hola, cuando pones no reforzar los miedos respecto a los premios significa que si el perro está asustado no puedo echarle premios por el suelo para distraerle? No podemos hablarle ni acariarle ni nada. Sólo sacarlo de ahí? Cuál sería la razón de no reforzar, aunque creo que la entiendo.

    gracias.

    1. Depende de lo que acepte el perro y el momento. Hay perros a los que distraerle puede ser una buena opción y otros no y también depende del momento en que actuemos (nos anticipemos o ya sea demasiado tarde).

      No reforzar, en algunos casos, se trata simplemente de no añadir nada más a una situación (voces, palabras, movimientos, tirones, enfado…).

      Pero hay perros que ante una situación que les produce miedo agradecen la atención y el consuelo de su guía.

Los comentarios están cerrados.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies
A %d blogueros les gusta esto: