Actitud

Una buena actitud, un fuerte vínculo y aprendizaje, conseguirá que tu perro quiera caminar a tu lado mucho mejor que cualquier correa.


Veo a un chico con su perra, a la cual me consta que adora aunque la lleve con un collar de ahogo, dándole tirones para que camine a su paso y no permitiéndola que se pare, que se entretenga con nada…

Por su forma de caminar, erguido, sacando pecho, con actitud dominante, demostrando quien es el líder, sé que ha visto algunos programas de televisión sobre adiestramiento de perros, quizás demasiados. Parece que su propietario hubiera elegido la opción de estar corrigiéndola a perpetuidad en su búsqueda del perro perfecto.

La perra es buena, cariñosa, pero si sabes observar un poco, ves a una perra con miedo a su propietario, expectante ante cualquier llamada que proceda de él a la cual se muestra temerosa y resignada. Cuando va atada y se cruza con otros perros no se muestra reactiva o tira hacia ellos, tampoco se muestra simpática, curiosa o hace alguna señal de calma, simplemente los ignora o intenta zafarse de ellos.

Es una perra de esas razas mal consideradas PPP y que, lamentablemente, tras esa actitud aparentemente tranquila, de letargo, está aguantando la presión de un adiestramiento basado en la fuerza y en el que, en multitud de ocasiones, no se la permite ser un perro. Pese que a los propietarios no les resulte molesto y les pueda pasar desapercibido un comportamiento de apatía en su perro, las estadísticas muestran que perros tratados con dureza y que se muestran apáticos, pueden terminar enfermando o mostrándose agresivos. Esperemos que esta perrita no termine formando parte de estas estadísticas.

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