Algunos propietarios parece que articulan el nombre del perro al «no» y constantemente están diciendo «Tobi , no hagas eso, Tobi no hagas lo otro» de manera que el perro termina creyendo que su nombre es «Tobinó»
Otros llegan a pensar que el perro entiende un castellano fluido y deciden echarle una parrafada cada vez que hacen un comportamiento inapropiado «Tobi-no-tires-de-la-correa, Tobi-me-vas-a-caer, Tobi-como-des-otro-tirón-nos-vam
Recordad que si no hemos modelado una conducta, le hemos puesto nombre y está perfectamente asociada, el perro no la entenderá por ese nombre (podrá relacionar movimientos del guía, gestos, el tono, el volumen…), pero solo escuchará esto: «آپ سب سے خوبصورت کتے ہیں»
Esto se puede observar con un simple «sienta» o «sit». Le decimos a nuestro perro «sienta» en un tono normal, sin mirarlo, sin hacer ningún movimiento y observamos qué pasa. En muchos casos el perro no hará nada si no se le indica con la mano, en otros casos la palabra no será «sienta», será «sienta, sienta, sienta, ¡SIENTA! ¡SIENTAAA!», en otros casos el perro caminará hasta nuestro lado y se sentará cerca de nosotros o justo enfrente, otros se sentarán, darán la pata y harán un echado sólo con decirles «sienta» y todo esto ocurre por lo mismo: porque la palabra «sienta» no está correctamente asociada al comportamiento único y exclusivo de sentarse. Si esto pasa habitualmente…
¿cómo pretendemos que un perro entienda frases mucho más complejas a modo de charla educativa?
Hay un capitulo de los Simpson en el que algún miembro de la familia habla al perrete y el sonido es como -supuestamente- lo escucharía el perrete. Es buenísimo porque no se entiende nada de nada, a veces cuando me descubro soltando la charla a mis perras me acuerdo de este perrete y soy consciente de que no estoy hablando en su idioma 🙂