En esta secuencia de 30 segundos podemos observar un gran repertorio de señales que nos ofrece el perro para mostrarnos que no se encuentra cómodo ante la presencia de la cámara (y el cámara)
Cuando se observan estas señales (fotografiando, acariciando, peinando al perro, etc), lo mejor es dejar al perro tranquilo cuanto antes y no forzar la situación. El perro nos está «hablando», nos está diciendo en su lenguaje que la situación le supera, que su incomodidad va en aumento y que, por favor, le dejemos tranquilo.
Es importante darse cuenta de estas señales, pues en ocasiones pueden derivar en señales de más intensidad como pueden ser el gruñido e incluso la mordida.
Respetando el lenguaje natural del perro lograremos que éste se comunique con nosotros, pero NO respetándolo, lo único que conseguiremos es inhibir el lenguaje del perro y puede ocurrir que las próximas veces ya no se comunique y pase directamente a morder.