El ¡no!
Acostumbramos a usar la palabra «no» con los perros para corregir todo: si no queremos que se acerque a algo le decimos «¡no!», si no queremos que ladre le decimos «¡no!», si no queremos que juegue o que baje la intensidad del juego, también le decimos «¡no!», si tira de la correa, otra vez «¡no!», …