Una buena actitud, un fuerte vínculo y aprendizaje, conseguirá que tu perro quiera caminar a tu lado mucho mejor que cualquier correa. |
Veo a un chico con su perra, a la cual me consta que adora aunque la lleve con un collar de ahogo, dándole tirones para que camine a su paso y no permitiéndola que se pare, que se entretenga con nada…
La perra es buena, cariñosa, pero si sabes observar un poco, ves a una perra con miedo a su propietario, expectante ante cualquier llamada que proceda de él a la cual se muestra temerosa y resignada. Cuando va atada y se cruza con otros perros no se muestra reactiva o tira hacia ellos, tampoco se muestra simpática, curiosa o hace alguna señal de calma, simplemente los ignora o intenta zafarse de ellos.
Es una perra de esas razas mal consideradas PPP y que, lamentablemente, tras esa actitud aparentemente tranquila, de letargo, está aguantando la presión de un adiestramiento basado en la fuerza y en el que, en multitud de ocasiones, no se la permite ser un perro. Pese que a los propietarios no les resulte molesto y les pueda pasar desapercibido un comportamiento de apatía en su perro, las estadísticas muestran que perros tratados con dureza y que se muestran apáticos, pueden terminar enfermando o mostrándose agresivos. Esperemos que esta perrita no termine formando parte de estas estadísticas.