Nunca pongas tu cara cerca de la cara de un perro, es lo que dice la imagen.
Los perros son diferentes a nosotros, su lenguaje es distinto y lo que para nosotros son muestras de afecto, para ellos pueden significar otras cosas.
Nuestro perro puede tolerar cosas que otros perros no harían, pero que toleren algo, no quiere decir que siempre les guste o se sientan cómodos en esa situación. De hecho, a nosotros no siempre nos apetece recibir un abrazo y menos de un desconocido o de alguien con quien aún no tenemos confianza.
Constantemente se ven fotos en las que perros de protectoras, recien conocidos o con miedos, son fotografiados con el personal acercando las caras, dando besos o abrazos. Eso, en muchas ocasiones, es hacer pasar a un perro por una situación desagradable que era fácilmente evitable.
Disfrutad con el perro, hacedle feliz, queredlo, repetadlo, haced por entenderle, pero intentad dejar los abrazos efusivos para dárselos a otros humanos que, seguramente, se sentirán más reconfortados de recibirlos.